jueves, 29 de septiembre de 2016

Ámame

A mi narciso blanquecino:
Ámame como solo tu sabes, con mi prepotencia, con mi coraza de metal, con mi extremismo y mis sentimientos controvertidos, con mi boca llena de sangre y estas alas carmesí. Si me caigo cógeme, si lloro aconséjame, si tengo un problema ayúdame a solucionarlo y si sonrío, para el tiempo, congélame y no me quites esta sensación que solo contigo he sentido. Mi narciso blanquecino de negruzca alta cumbre que alegra su rostro cuando estoy cerca, si alguna vez lo entristeciera, párteme, corta mi tallo y no me vuelvas a ver, porque, si tu sangre fuera a causa de mis espinas, no quiero estar regado con ese liquido; y si mis pétalos se marchitaran algún día, no llores, tus lagrimas solo me sirven cuando puedo usarlas como rocío para mis hojas. Eres esa persona que alegra los cementerios llevando flores a las tumbas, por eso, nunca dejes de llevar flores a mi vida ya que, una rosa sin su jardinero no crece igual. Ámame como solo tu sabes, cambiando mi prepotencia por modestia, arrancándome mi coraza, haciéndome ser asertivo y volviendo mis sentimientos indiscutibles, limpiando mi boca de rojo y dejando que te coja para volar junto a mis alas carmesí.                                                                                                                                                             -Tiago

No hay comentarios:

Publicar un comentario